La semana en el Circus Tausendtraum comenzó con un momento especial: el lunes se dividieron los grupos. Cada participante pudo expresar dos deseos sobre las áreas en las que le gustaría actuar. A continuación se dividieron los grupos para que todos los niños pudieran cumplir al menos uno de sus dos deseos. Esta primera reunión fue emocionante, ya que todos se enteraron de con quién iban a entrenar y a estar en la pista del circo.
A partir del martes comenzó el entrenamiento propiamente dicho: una hora diaria de práctica intensiva en los distintos grupos. Las salas de ensayo -y el gimnasio- se llenaron rápidamente de vida, risas y ensayos concentrados.
Los grupos en el Circus Tausendtraum
Los artistas
El grupo artístico fue uno de los más dinámicos. Los artistas de la pelota, que tenían que mantener el equilibrio sobre grandes pelotas, fueron especialmente emocionantes. Paso a paso, aprendieron a desplazarse con seguridad y a realizar pequeños trucos. Los artistas de la cuerda, por su parte, entrenaban en altura, donde se requería control corporal, equilibrio y valentía. Sus movimientos pronto parecieron ligeros como una pluma y elegantes.
Los acróbatas de suelo
Los acróbatas de suelo se dedicaron a crear juntos formas espectaculares. Con mucho espíritu de equipo, se construyeron pirámides humanas que iban desde simples constelaciones hasta elaboradas combinaciones. Especialmente impresionantes fueron las pirámides de escalera, en las que el equilibrio, la confianza y el trabajo en equipo desempeñaron un papel importante.
Los faquires
Había un toque de emoción en el aire cuando los faquires se entrenaron. Se aventuraron valientemente sobre cristales rotos y la tabla de clavos. Al hacerlo, aprendieron a superar el miedo y a confiar totalmente en el control corporal y la técnica. Su confianza en sí mismos crecía con cada ensayo - y estaban seguros de asombrar al público. En el ensayo final incluso hubo fuego real, lo que fue emocionante.
Los malabaristas
Los malabaristas aportaron color y brío a la arena. Practicaban malabares con pañuelos, que flotaban lenta y elegantemente en el aire, y con pelotas, que requerían mucha más coordinación. El arte del malabarismo con platos, que requería destreza y resistencia, también era especialmente popular.
Los payasos
Para muchos, los payasos fueron el corazón del programa, ya que aportaron risas y buen humor. Con mucha imaginación, se crearon varios números de payasos, desde escenas torpes hasta sketches divertidos y bromas espontáneas. Los niños descubrieron su lado cómico y aprendieron a utilizar expresiones faciales, gestos y pequeños accesorios con gran efecto.
Los magos
En el grupo de magia, llegó el momento de levantar el telón de los secretos y las ilusiones. Los jóvenes magos ensayaron diversos trucos de magia: desde objetos que desaparecen y trucos con cartas hasta asombrosas ilusiones. Fue especialmente emocionante ver cómo desarrollaban su propio espectáculo escénico e hipnotizaban al público con sus misteriosos gestos.
Entrenamiento en la carpa del circo
Al final de la semana se produjo un acontecimiento especial: el jueves y el viernes, los grupos pudieron entrenar por primera vez directamente en la carpa del circo. El ambiente allí era completamente diferente: el olor de la pista de circo, la luz, la niebla y el gran escenario hicieron que los ensayos fueran más emocionantes y más reales. Todos podían sentir lo cerca que estaba la gran actuación.
Conclusión
El entrenamiento en el Circo Tausendtraum no fue sólo una preparación para el gran espectáculo, sino también una valiosa experiencia para todos los niños. Aprendieron espíritu de equipo, valor, concentración y creatividad - y sobre todo: a divertirse juntos en la vida circense.


